26 diciembre, 2006

El misterioso caso del blogger asesino

El cuerpo estaba tirado sobre los viejos disquetes ¾, los cuales, ensangrentados y desparramados, simulaban una obra de Pollock en el piso de granito. Sobre el escritorio aún parpadeaba el cursor en el monitor de la computadora, alumbrando la oscura escena del crimen con un tono verdeazulado intermitente.

-De bolas, Hernández- dijo el comisario García, quien nunca oyó hablar de Sherlock Holmes y de su sutileza para mostrarle el significado de las pistas a su ayudante Watson.
-¿Pero de verdad cree usted, mi comisario, que debamos estar aquí? Parece un simple caso de suicidio como cualquier otro. Vea que no hay puertas ni ventanas forzadas, él solito se clavó el cuchillo.
-Qué vaina contigo, chico. Este caso es igualito a uno que ocurrió hace meses en Barquisimeto. Un muchacho que no sale de su cuarto, pegado a la computadora por horas y horas, en eso que llaman ahora “blogueo”, y que luego de varios días encerrado en su cuarto sus padres insisten tanto que llaman a un cerrajero para abrir la puerta y consiguen el cuerpo desangrado de su hijo.
-Si, oí algo de eso.
-Pues también encontraron uno en Maracaibo. Este sería el tercero. La vaina es, chico, que en todos los casos revisaron los blogs hechos por las víctimas y coincidían en que tenían comentarios muy sospechosos de un blogger desconocido. Parece que la persona que recibe el comentario comienza a sufrir por la angustia de saber quién es el autor del comentario y, por tanto sufrimiento, termina matándose.
-¿Qué decían esos comentarios, mi comi?
-Ahí está el asunto. El comentario era una pendejada, solo unos puntos suspensivos- decía el comisario García mientras abría una bolsita de Doritos que sacó de su chaqueta de cuero negra-. Tres mierditas de cucaracha que no significan nada. En el Departamento de Investigaciones nos dijeron que algunos bloggers hacen eso con la intención de mostrar su existencia y aumentar así el tráfico de los blogs.
-Pero segurito que los muchachos de informática podrán averiguar quién envía esos mensajes…
-Está difícil la cosa, Hernández. Todos los comentarios han sido enviados como anónimos. Siéntate y revisa ahí la computadora. Seguro conseguimos el mismo comentario anónimo…

Los regordetes y cortos dedos índices de Hernández tecleaban pausadamente. Ante sus ojos se mostraba el blog de la víctima. Su ranking de Blogalaxia mostraba el 184 y en el último post aparecía la frase que el comisario esperaba: “1 comentario”.
La seguridad del comisario quedó suspendida, como el trozo de Doritos en su mano ante la boca abierta, al ver que el comentario de los puntos suspensivos aparecía esta vez con el nombre del usuario.

-Quita pa’llá. Déjame ver esa vaina. Ahora sí que tenemos al pendejo éste- dijo el comisario aventando de la silla a Hernández y dándole la bolsa de Doritos.

Mientras hacía click sobre el usuario y cargaba el blog en la pantalla del monitor, el comisario sintió sobre su espalda el filoso cuchillo que le penetraba las entrañas.

-Esta maldita versión beta –decía Hernández mientras afincaba aún más el cuchillo en el cuerpo del comisario…

10 comentarios:

  1. jajajaja- ok... es la campaña publicitaria mas espelusnante q jamas habia escuchado!!! al estilo El ARO!!! :S pleaseeee no mas puntico

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  2. Very creepy, tocayo...más que una campaña de suspenso, parece más una campaña de terror !!!

    Saludos!!!

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  3. Muy bueno.Excelente.No debería usted perder el tiempo leyendo mi blog .Siga escribiendo en el suyo porque lo hace muy bien.Saludos.

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  4. me encantó el cuento pero más me gustó la foto :-)

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  5. Gracias a todos amigos. Les confieso que este texto no tiene ninguna pretensión literaria (ya ustedes se habrán dado cuenta). Lo escribí para mostrarles la impotencia que da algunas veces el querer cambiar algunas cosas de la apariencia del blog y no saber hacerlo.
    Saludos a todos.

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  6. ...

    p.d.: ¿Los asesinatos "beta" se borran al salir el "release"?

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  7. pero usted ya se descubrió...

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  8. jajajajaj muy buena historia...

    saludos




    ...

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