25 noviembre, 2006

Para una sonrisa colgate...

El chimó, esa pasta negra que se produce de la cocción de la hoja del tabaco, tuvo una destacada presencia en la vida merideña de los siglos XVIII y XIX. Fue el chimó lo que propició en 1781 la visita a nuestras tierras del químico y botánico Pedro de Verástegui, quien fue discípulo del gran científico Carlos Linneo. Verástegui realizó investigaciones del salitre encontrado en la tierra de la laguna de Urao, cerca de Lagunillas, a fin de utilizarlo en la elaboración de pólvora; observó además su empleo en la preparación del chimó, aportando sus conocimientos para determinar las proporciones comerciales de cada ingrediente, para así obtener un mejor producto. El uso del chimó fue calando hondo en las costumbres de los merideños, hasta hacerse común ver tanto en hombres como en mujeres el característico movimiento acompasado de la boca cerrada. Para evitar tan “mala” costumbre, el primer Obispo de Mérida, Fray Juan Ramos de Lora, decretó el 4 de junio de 1785 la prohibición del uso del chimó en la iglesia, bajo pena de excomunión mayor, castigo muy severo para la época. Para abril de 1823, el viajero francés Boussingault llega a tierras merideñas y describe en sus “Memorias” el hecho de que algunas damas de alcurnia llevaban consigo unas cajitas de elaboración muy fina que contenían chimó, el cual tomaban utilizando una espátula de metal precioso o en su defecto la uña del meñique, la cual dejaban crecer desmesuradamente. El uso del chimó ennegrecía los dientes de las damas, por lo que Boussingault agrega en su relato: da pena ver mujeres frescas, de labios rosados con los dientes como ébano...

3 comentarios:

  1. Diego...cómo estás amigo?, gracias por tus comentarios en mi blog, en cuanto a tu último post, no me imagino una mujer, es esta época, con su cajita de chimó. Te seguiré leyendo.
    Un abrazo.

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  2. Gracias Daniela. Si supieras que en algunos estados de Venezuela el chimó está de moda nuevamente entre los jóvenes.
    Seguiremos en contacto bloguero, amiga.

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  3. chamo, pero yo conzco a un odontólogo que dice que el chimó es bueno para evitar la caries!
    Como si en Valera la gente no tuviera caries! ¿Cuánto cuesta una "penca" de chimó en el mercado ahora?
    saludos valeranos

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