08 diciembre, 2006

Gastronomía lingüística

Ya que Cervantes dijo alguna vez que “el estómago es la oficina donde se fragua la salud y la vida”, el conocer el origen del nombre de los alimentos, los datos curiosos sobre su historia y su nombre exacto permitirá poseer, al igual que mantener en buen estado nuestro aparato digestivo salvándonos de cualquier burocracia estomacal, una conciencia en el lenguaje que hará más seguro nuestro decir. Veamos.
Es bien conocida la pasta seca que ablandamos en leche y que unos llaman "bizcocho" y otros "biscocho". Resulta fácil aclarar la duda recurriendo a la etimología de la palabra. La palabra "biscocho" está formada por dos partes: bis-, que es el prefijo que denota repetición y –cocho, que proviene del latín coctus y significa "cocido". Así, "biscocho" quiere decir “dos veces cocido”, que es la manera como se prepara tan delicioso alimento. De la misma manera, "sancocho" proviene del “cocido sazonado” o, lo que es lo mismo, “cocido con sal”: sal-cocho=san-cocho.
"Hallaca" –amenazada esta opinión por hipótesis adversas– no pudo ser voz indígena por la inexistencia de la "ll" en su vocabulario y por no saber los indígenas de Venezuela preparar semejante plato. Los españoles, utilizando los recursos aquí encontrados, sustituyeron la harina de trigo europea por la harina de maíz del Nuevo Mundo y tomaron la hoja de plátano para poder cocer las hayacas. La voz original hayaca proviene de la ya antigua costumbre de comer este plato en Nochebuena; siendo haya- “regalo de Navidad” y –ca la desinencia o determinación que denota “cosa pequeña”; de esta manera hayaca vendría a significar “pequeño regalo de Navidad”.Y para finalizar con esta larga lista –que no listado– de alimentos, que por lo extensa ya produce indigestión, haremos mención al entuerto lingüístico que nos obliga dar la situación económica del país. Llamamos "almuerzo" a la comida que se ingiere después del desayuno y que por cantidad, variedad y sazón podríamos llamar “la principal”. Quizá la palabra se formó por la unión del antiguo pronombre al- que significa “otro” y el participio irregular de morder, –muerzo, que significa “bocado”. Entonces "almuerzo" es “otro bocado”, el que sigue después del desayuno; pero muchos de nosotros tenemos al almuerzo como el “primer” bocado y no como “otro”.

Siga usted con la lista y que tenga buen provecho...

1 comentario:

  1. Vaya, vaya, lo que una aprende. Por escritos como este es que tu blog vale oro.

    ¡Saludos!

    ResponderBorrar