23 enero, 2007

El Osama Bin Laden de mi liceo

¿Quién iba a saber que durante mis años de liceo me adelantaría a la época y conocería en carne propia el “terrorismo”, la guerra santa, la yihad y el Al-Qaeda en mis clases de matemática? Y no era asunto de sobres con ántrax o maletines bombas dejados en sitios públicos. Bastaba con que nuestro profesor, larguirucho y de barba, azotara en el aire el tomo del “Algebra” de Baldor para que el sudor y la angustia comenzaran a correr por nuestros enclenques cuerpos. Era inevitable el terror ante ese "Osama Bin Laden" de la academia. Esa imagen del árabe de grandes ojos, turbante desproporcionado y barba puyuda no hacía más que velar nuestras angustias ante una ecuación cuya incógnita estaba reacia al despeje.
Los minutos pasaban y el tedio ante la ecuación sin solución posible dejaba paso a la contemplación de la portada que adornaba el querido y odiado texto. Mi imaginación comenzaba a volar observando esas singulares edificaciones, la mezquita, la atalaya, la multitud postrada en el suelo en actitud de perpetua oración. Pasaban así las horas y seguía con el puño en la barbilla, contemplando la ciudad y visitando cada casa y asomándome en cada ventana en busca de una Sherezada…
Llegado el día siguiente, el profesor de matemática insistía desde su escritorio en repetir mi nombre para que pasara a resolver la ecuación en el pizarrón, mientras yo, desde mi pupitre, seguía el borde de las montañas que aparecen en la portada y oía a lo lejos un extraño sonido que a ratos me hacía despertar...

5 comentarios:

  1. Anónimo12:15 a.m.

    Llegue a odiar a ese libro, y su millon de ejercicios nunca me gusto matemática!!
    Saludos... Primera vez que me paso por tu blog!

    *Amante de la Lluvia*

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  2. qué detalle tan bueno.
    sí, esa portada es muy especial.
    y el profesor de mats, no era un talibán?

    Salud

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  3. Creo que de alguna manera todos hemos pensado lo mismo teniendo el algebra en las manos, sí.

    Las matemáticas? Susto!!

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  4. Anónimo7:19 p.m.

    Por aquí enduve de visita en tu blog. Muy ameno este recuerdo terrorífico del Álgebra de Baldor. ¡Cuántas historias debemos a ese manual! Aunque si empato éste con el de arriba, también d evez en cuando generaba bostezos. Excelente nota. Saludos, Luis Barrera Linares

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  5. Noooooooooo!!!!!!!!! Baldor! Al-Juarismi! eso lo tenía bien enterrado debajo del hipotálamo!
    esto me va a costar muchas horas de terapia! jajaja

    fuera de joda, recuerdo que me aprendía las biografías que salían por la ladilla que siempre le he tenido a las matemáticas

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