13 agosto, 2007

Literatura de cordel


El conquistador peninsular trajo consigo, junto a sus armas, las historias de su tradición. Ello lo evidencia el hecho de que la importación hacia Iberoamérica de la literatura de cordel fuera enorme en el correr de los siglos XVII-XIX . El primer folleto del que se tiene noticia en el Brasil fue publicado en Paraíba por Leando Gomes de Barros, en 1893. Las primeras tipografías se encontraban en Recife, y luego surgirían otras en Paraíba, en la capital y en Guarabira.
Contrastando con la austera realidad del analfabetismo, la popularización de la Literatura de Cordel en el Nordeste fue realizado por el esfuerzo personal de los poetas cordelistas, quienes se encontraban fuera de los círculos culturales académicos, contando sus historias en las ferias y plazas, muchas veces acompañados de músicos. Los folletos eran expuestos en cuerdas (de ahí el nombre Cordel) o amontonados en el suelo, despertando la atención de la multitud que se acostumbró a oír los temas de la literatura popular de cordel en sus idas a las ferias, verdaderas fiestas para el pueblo del Sertón, donde podían, además de hacer sus compras y vender sus productos, divertirse y enterarse de los asuntos políticos y sociales:

"A cantoria de cordel, bem como a literatura oral, exerce funÇões de entretenimiento, diversão, informaÇão, enunciaÇão de uma moral coletiva, homogeneizaÇão do grupo social e da comunidade, para um público de pequenos camponeses semi-analfabetos, para quem o engenho e a fazenda tornam-se o castelo das histórias de além-mar" (Ligia Vasallo, 1993: 76).

Podemos hablar de Literatura de Cordel como un conjunto de autores, obras y público. Un poeta cordelista, la mayoría de las veces de origen humilde y proveniente de un medio rural, migraba hacia los centros urbanos, consiguiendo su sustento de la venta de folletos, llegando, algunas veces, a ejercer funciones de tipógrafo y editor. En este contexto, él se convertía en un verdadero mediador de las concepciones de las clases populares nordestinas, ya que compartía la misma ideología y valores de su público.
Los folletos, confeccionados en su mayoría en un tamaño de 15 a 17cm x 11cm y, en general, impresos en papel de baja calidad, tenían sus portadas ilustradas con xilografías. En los años 30 y 50, surgían portadas con fotos de estrellas de cine americano. Actualmente mantienen el mismo formato.
Los temas de la Literatura de Cordel han sido muy estudiados por folcloristas, sociólogos y antropólogos, que llegan a presentar conclusiones polémicas y algunas veces contradictorias en cuanto a su clasificación. Los folletos se dividen entre los de asuntos descriptivos y los narrativos. En el primer grupo están incluidos los folletos de consejo, corrupción, profecías y de discusión, que guardan un cierto parentesco entre sí por encerrar un mensaje moralista, frecuentemente ligado a una ética y a una sabiduría del Sertón.
En este grupo se presentan historias que tienen como telón de fondo la vida dura del campo, llena de sufrimientos, ajena a los vaivenes del mundo moderno y urbano. También se encuentran los folletos descriptivos de peleas entre cantadores y poetas, así como de personalidades de la ciudad y de la política (muchas veces encomendados por los propios políticos en época de elecciones), los temas de ovación o crítica, los religiosos cantando preceptos y virtudes católicas, las biografías o milagros de santos y de figuras como el Padre Cícero y Fray Damião. También encontramos los cómicos, de acontecimientos reales o imaginarios, de bravura y valentía como los de Lampião, Antônio Silvino, Pedro Malazarte, entre otros.
Las características gráficas y temáticas de los folletos pueden variar de acuerdo con el área de actuación del poeta que, muchas veces, trabaja para un público de concepciones y comportamientos diferentes a los del oyente nordestino.

8 comentarios:

  1. Que bonito post... y que se sabe de la Literatura de Cordel en Venezuela?



    .:.

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  2. La literatura de cordel, tal cual la he explicado, tiene su mayor expresión cultural en Brasil. Fue tal el amalgamiento entre lo popular y lo impreso que hasta el día de hoy la literatura de cordel se vende en algunas localidades del nordeste brasileño como artículos para el turismo. En Venezuela faltan estudios que registren la presencia de lo popular en sus versiones impresas, que aquí se ha dado en llamar "hojas sueltas" o "volantes". Lo que sí es cierto es que la xilografía u otras formas de impresión no han estado, en Venezuela, en manos de los cultores de lo popular, por lo cual la "literatura de cordel" no pudo desarrollarse como en Brasil. Gracias por la visita, Nano.

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  3. Gracias por la aclaratoria, Diego, creo que la literatura, para ser literatura, tiene que haber sido sustenada por lo popular, lo popular la hace literatura: ¿cuanta gente ignora que "El talón de Aquiles" viene de Homero?

    ¿La metafora de los molinos como monstruos del Quijote?

    ¿Romeo y Julieta?

    Gente que no sabe leer, que no le interesa ni tiene tiempo de leer, y saben estas cosas; no solamente que la sepan, sino que las ponen en práctica día a día, ¿acaso lo popular no está en los refranes y decires de Sancho Panza?

    Gran página, que bueno que te dediques a cultivar nuestra literatura a través de ensayos, estudios e investigaciones, yo estoy tratando de hacerlo a través de la ficción (cuando logre publicar algo, claro está) por los momentos, sigo escribiendo, y aprendiendo, y leyendo...

    Saludos...



    .:.

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  4. Anónimo6:20 p.m.

    Acá en Chile la literatura de cordel es más antigua que la de Brasil, teniendo su auge entre 1880 y 1920, para desaparecer en las décadas siguientes.

    Eso sí, no eran folletos como en el caso brasilero sino que hojas sueltas. Y la métrica que usaban los poetas era la décima glosada, la que aun se escucha en las zonas rurales.

    A inicios del siglo XX, un poeta popular la llamó la "Lira Popular", en contraste con una revista de poesía culta de la época que se llamaba "La Lira chilena". Y ese nombre quedó hasta hoy.

    Nuestra poesía impresa no era de "cordel", porque jamás se colgó en cuerdas, sino que se vendía en las calles a voz viva. Sin embargo, tiene muchas semejanzas con la literatura de cordel brasilera y con la española.

    Lástima que nadie conozca a la "Lira Popular"

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  5. Anónimo6:29 p.m.

    Se me olvidó poner mi nombre....

    Ignacio Pérez
    Biblioteca Nacional de Chile

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  6. Gracias, amigo Ignacio, por la información. Es muy interesante lo que dices y de seguro te estaré molestando para pedirte más información sobre la "Lira Popular".

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  7. Anónimo9:20 p.m.

    muy buena info, te comento que arrancamos a conformar un grupode escritores independientes y sacamos nuestro primer volumen, date una vuelta por nuestro facebook, hpendiente@live.com.ar, hacenos una critica sera bienvenida, desde ya muchas gracias por la info.

    un abrazo de "historias pendientes"

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  8. Que alegria ver estas actividades en torno a la literatura aca en Colombia un amigo se ideo una actividad de liberar los libros de las bibliotecas lo llamo Librobarco.
    Es maravilloso el desprendimeinto para compartir la lectura.Bien por todas las actividades y recuperacion de memorias ancestrales.

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