Henry Miller, el clandestino autor de nuestra adolescencia, escribió una curiosa obra que lleva por título “Los libros en mi vida” (puedes descargar el libro aquí en pdf). En él, el autor de “Trópico de Cáncer” hace un repaso de su biblioteca personal, de sus lecturas y de cómo la relación con las obras de la literatura universal formó su escritura y su actitud ante la vida. Es un buen texto para los que tienen por tema de interés la promoción de la lectura.
En el texto de Miller existe un capítulo dedicado a las lecturas realizadas en el baño, lugar por excelencia de la meditación y del encuentro con uno mismo. Dice Miller:
“Hay un tema relacionado con la lectura de libros que creo que vale la pena desarrollar porque implica un hábito que es muy generalizado y sobre el cual, que yo sepa, muy poco se ha escrito: me refiero a la lectura en el retrete".
De verdad que hacen falta estudios que investiguen las consecuencias de los hábitos de lectura en el baño y su influencia en la sociedad. Imagino que en esas horas solitarias se presenta el momento propicio para el vuelo de la imaginación, la creación, la lectura sediciosa. ¿Cuántas revoluciones nacieron en el retrete? ¿Cuántas teorías nacieron durante la lectura acuclillada?
Nuestro Ludovico Silva, en el mismo tono, habló alguna vez de sus lecturas de baño:
“Yo también tengo mis lecturas de retrete. En mi retrete, por ejemplo, está una edición abreviada del “Diccionario Filosófico” de Ferrater Mora: uno puede leerse un artículo completo en cada sentada. No sé por qué cada vez que lo abro me aparece el artículo “Sensación”. Otra lectura mía en el retrete es el “l’Amadís de Gaula” en la edición de Ángel Rosenblat. Del mismo Rosenblat tengo en el baño las “Buenas y malas palabras”, de la última edición, de Edime, dedicada a mí por el querido maestro. La discusión filológica ayuda al estreñimiento, aunque yo no suelo sufrir de ese mal. También tengo en el baño un ejemplar de la edición italiana de un libro mío sobre Marx que se titula en la lengua del Dante “Lo stilo letterario di Marx”. Me divierte leerme a mí mismo en italiano; visto en un idioma extranjero, uno parece como más inteligente y profundo”.
En mi baño, para el día de hoy, reposan tres autores: Papini, Esopo y Asimov. Cada semana sale un autor y entra uno nuevo a acompañar mis discretas horas.
¿Y usted qué lee en el baño?
Yo si leo en el baño... me encanta... además me siento muy comodo...
ResponderBorrarmi blog es http://www.1poko.com
Pues si, asi como tengo montañas de libros en mi mesa de noche, también tengo una montaña de revistas y libros en el baño....prefiero las revistas y las novelas ligeras...los libros académicos si los dejo para otros momentos de lectura...pero leer en el baño es un placer...
ResponderBorrarUn abrazo
;)
El diario (cualqiuera), País Portátil, Piedra de Mar, Del buen salvaje al buen revolucionario, Pin, Pan, Pun! y Las venas abiertas de América Latina han sido algunas de mis lecturas recurrentes.
ResponderBorrarOtra cosa son los libros de los que no me puedo despegar ni para ir al baño una vez que me enganchan. Uno de esos fue La Conjura de los necios.
Aconsejan estar en el baño unos veinte minutos parar que el trabajo quede bien hecho.
Condorito, chamo :-D... ¿Cómo va a estar faltando eso?
ResponderBorrarPara mí existen dos grupos completamente diferenciados: los que tienen libros en el baño esperando por ellos, y los que no detienen su lectura ni siquiera para ir al baño. Soy más de los segundos.
ResponderBorrarEn este momento Mortadelo y Filemón y LA REINA DEL SUR de Arturo Pérez-Reverte
ResponderBorrar(esto es lo más íntimo que he contado en mi existencia)
En mi baño, ahorita está El Terrorista de Otrova Gomas. Es una de las vainas más buenas que he leido en mi vida. Siempre busco releerlo. El baño, por cierto, es un lugar para las relecturas.
ResponderBorrarYo? Nada, absolutamente nada. Uff! Qué vaporón!
ResponderBorrar;)
OA
Playboy, PLAYBOY, P-l-a-y-b-o-y, Play-boy.
ResponderBorrarJajajaja... No Dieguito, el baño es para salir de lo que no sirve, tanto lo que llevas en los intestinos como del polvo del camino jajajajaja!!! Claro, respeto los gustos de todos los lectores mierderos. Pero les recomiendo que en algunas oportunidades disfruten del placer de cagar y bañarse como si fuera su única misión en la vida, ah!, y también pueden probar, eventualmente, a hacer el amor... guao!!, TODA UNA EXPERIENCIA DE VIDA.
ResponderBorrarYo no entiendo eso de leer en el baño, generalmente las luces no estan bien ubicadas, y el asiento no es el mas cómodo que yo conozca, pero si a ustedes si les parece, voy a comprar unas pocetas para poner en la sala.
ResponderBorrarAdemás amigos....que quieren que les diga, si ustedes están mas de 10 minutos "leyendo" en el baño, lo mas probable es que se estén masturbando.
P.D. : Ahora, para tener sexo en el baño no le pongo límite de tiempo.
Jejejeje bueno creo que eso lo habré hecho una o dos veces en mi vida, y no más, no recuerdo con qué libro, de hecho mínimo le dedico una hora diaria a la lectura, y creanme que pasar UNA HORA sobre el retrete no es nada placentero. A lo fisiológico y punto.
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