"Dichosa la piedra dura porque esa ya no siente"
Rubén Darío
Cuando llegue el final, las piedras quedarán como únicas sobrevivientes de la hecatombe. Iniciará entonces el desmesurado correr de los siglos para que ellas evolucionen y dominen el planeta. De los instrumentos de madera pasarán a los de metal y, gracias al fuego, podrán moldear la naturaleza según sus designios. Crearán el arte (esencialmente rupestre), la religión (cuyo dios será una roca omnipresente) y las ideologías (que intentarán siempre separar unas piedras de otras).
Las piedras serán los únicos seres vivos que utilicen su inteligencia para la destrucción de sus semejantes. Crearán campos de concentración, que llamarán "canteras", como símbolo de su propia estupidez. Llegarán a un grado excelso de desarrollo tecnológico, pero con un deficiente desarrollo espiritual.
Podrán realizar viajes espaciales y enviarán piedras en la búsqueda desesperada por conseguir piedras en otros planetas; quizás con la intención de no sentirse tan sólos en el universo.
Cuando la incertidumbre, el vacío espiritual y la oquedad existencial dominen a las piedras, el eterno retorno hará accionar la cuenta regresiva de la destrucción.
En ese instante la última piedra, mientras exhala el resto de vida, pensará que de nada sirvieron tantos siglos de cultura, tantos milenios de ciencia y tecnología, para que al final de los tiempos otra especie dominara el planeta.
Todo eso pensaba la piedra mientras se balanceaba en la mano de un niño que intentaba derribar un mango con una pésima puntería.
llegue aqui porque estaba buscando imágenes de piedras pero me gusto mucho tu post.
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