La vida se empeña en hacernos ver las cosas verdaderas, justas, razonables, desde los sitios menos pensados. La escuela y la universidad no tienen el monopolio de la verdad y así, en cada vuelta de esquina, en cada parada de autobús, en cada calle y avenida se nos cruza una frase o un hecho que resume el objetivo de toda clase y todo semestre escolar en un simple gesto cotidiano.
Así me ocurrió hace poco con un taxista. Chileno, de cincuenta y tantos años, las preguntas de cortesía iban y venían como para pasar el tiempo en el trayecto que va de mi casa a la universidad.
-¿Es usted profesor?- Preguntó el taxista.
-Sí.- Contesté a esa pregunta ya varías veces oída a los taxistas.
-¿Sabe cuál es el problema de la educación? En que no se le da la verdadera importancia de la labor que cumple el docente. Hace poco, por ejemplo, fui a llevar mi currículo a unos de esos institutos de educación para ofrecer mis servicios como docente. Yo soy ingeniero, pero tuve problemas con el negocio por el cambio de divisas y tuve, como me ve, que buscar el sustento con mi carro. Cuál no sería mi asombro cuando me dicen en el instituto que sí están dispuestos a contratarme para dictar clases de cálculo y matemática y que me ofrecían para ello 2.000 bolívares la hora.
-¿2.000 bolívares la hora?
-Sí. Me molesté tanto con eso que les comencé a decir que ganaba más un peluquero, que en 15 minutos se gana 15 mil bolívares. El trabajo de un docente es de una importancia capital para el desarrollo de cualquier país.
La carrera fue corta. Al llegar a mi destino y bajarme del taxi tuve permanentemente la sensación de haber estado en el centro de una discusión de Filosofía de la Educación y de Ética...
En verdad es una verguenza que no le paguen a los docentes lo que merecen. Un abrazo.
ResponderBorrarEso es quizás una consecuencia del desprestigio de la profesión docente. Álgún día tendremos que recuperar la idea del maestro como modelo para los individuos... Gracias por la visita waiting...
ResponderBorrar... es como cuando vas a la consulta de un especialista: los 15 minutos que pasas sentado en su pequeño consultorio te cuesta de 80.000 a 120.000 Bs. ¿cómo saber cuánto le vale el minuto a una persona? ...
ResponderBorrar... muy buena esta entrada ...
... y que sabia es la vida cuando le prestas atención ...