Aquel
frasco de pimienta me hace recordar
las
travesías de Marco Polo
y sus
largos viajes para apropiarse
de olores
y sabores inasibles.
Lecciones
de historia y geografía
desdibujadas en el anaquel
que conducen a tu cuerpo,
pues el
amor es asunto
de hacer memoria
de olvidados perfumes.
Orégano, romero, clavo,
laurel,
tomillo, canela y ese frasco de pimienta…
ya no son nada sino tu piel
emanando la esencia perfecta
que fue buscada por largos caminos:
de Asia a Europa
de Europa a América.
Me habitas con tus olores
y en ese instante solo me da por recordar
al mercader veneciano
y los aromas que nunca llegó a conocer
por preferir el viaje y la incertidumbre
a la serenidad de compartir
con la mujer amada.
Hola, de quién es el poema?
ResponderBorrarHola, de quién es el poema??
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