Desde hace varios días el centro de Puerto Ordaz es escenario de un espectáculo natural que ha asombrado a la población guayacitana. A eso de las 6:00 o 6:30 de la tarde, cuando ya el inclemente sol guayanés se cansa de jugar con una lupa sobre nuestras cabezas, cientos de miles de pájaros buscan desesperados un refugio para descansar de la larga travesía que han iniciado desde el sur de América, desde Argentina. Es impresionante observar la gran masa sonora de pájaros que oscurece todo el cielo. Los especialistas en el tema han dicho que 11 especies de aves migratorias tienen al tramo del Orinoco de Ciudad Guayana como lugar de paso para este largo viaje, lugar que han escogido para su alimentación y reproducción.
El espectáculo fue tan impresionante que inmediatamente recordé las escenas de la película de Alfred Hitchcock, "Los Pájaros", en la cual innumerables bandadas de aves de un pequeño poblado arremeten contra los seres humanos. En este caso, en cambio, los cientos de miles de pájaros que visitan Guayana vienen a beneficiarnos, consumiendo insectos y manteniendo así el tan necesario equilibrio en la naturaleza. Aunque la migración ocurre todos los años durante los meses de julio y septiembre, pocos guayaneses conocen esta hermosa experiencia.
Propongo a la Alcaldía del Municipio Autónomo Caroní la organización de un plan que ofrezca toldos, sillas, binoculares e información en trípticos que permitan incentivar la educación ambiental en nuestra ciudadanía. Esto es urgente por cuanto ya algunos vecinos de la zona proponen tumbar los árboles porque les molesta tanto excremento y algunos hasta queman cauchos debajo de los árboles para ahuyentar a los pájaros.
Apuesto a que Hitchcock vio algo como lo que están presenciando hoy los guayaneses, espectáculo natural que le hizo pensar de seguro en las escenas de su conocida película. ¿O fue al revés?, y diríamos, como Oscar Wilde, que "la naturaleza gusta de imitar al arte".
Diego, tenía tiempo sin pasar por acá, qué gran espectáculo debe ser ver esas bandadas de pájaros. Un gran saludo
ResponderBorrarGracias, Luis. El espectáculo continúa. Ayer lo presencié nuevamente y por desgracia uno de los vecinos ya tumbó varias ramas de un árbol que daba a su casa para que los pájaros no le ensucien el carro.
ResponderBorrarIncreíble lo que cuentas. Con lo divertido que es ir a un autolavados, mucho más si se puede echar el cuento de por qué el carro quedó en semejante estado.
ResponderBorrarCaramba, ahora entiendo todo.
ResponderBorrarUn saludo