12 agosto, 2009

Armitano

Con las ediciones de Armitano conocí dos cosas imposibles de imaginar desde mi rincón provinciano de pueblo andino de la segunda mitad del siglo XX: un país con una gran tradición artística, capaz de mostrar al mundo un legado esplendoroso, y además el asombro de ver libros hermosamente editados, como nunca antes se habían hecho en Venezuela.

Ernesto Armitano, nuestro Valentín Espinal del siglo XX, realizó la formidable labor de construir una visión de país que va más allá de las misses y el petróleo. Cuidando forma y contenido, Armitano, sin exagerar en esta afirmación, construyó con sus ediciones el relato que internamente nos cohesionó en un discurso artístico nacional y externamente nos dio una voz y posición en el mundo.

Vaya esta breve nota en homenaje al gran editor y, quizás como propuesta para preservar su obra y en agradecimiento por su labor, el Estado venezolano debería considerar a las ediciones Armitano como patrimonio cultural del país.

Gracias nuevamente, Armitano.

1 comentario: