EL NACIONAL - Lunes 05 de Diciembre de 2011 | Escenas/2 |
09 diciembre, 2011
15 octubre, 2011
24 agosto, 2011
José Gumilla y el café
23 agosto, 2011
Guayana es... Lulú Basanta
22 agosto, 2011
La Negra Isidora
Isidora Agnes, mejor conocida como “La Negra Isidora”, fue una mujer excepcional, cultora del calipso y embajadora de El Callao, hasta el punto de hacer de ese pueblo minero del sur del estado Bolívar un lugar de referencia cultural en el mundo. La Negra Isidora nació en el año de 1923 y su empeño por preservar las tradiciones de su terruño la hizo organizar comparsas y hacer de los carnavales una fiesta que lograra estrechar los lazos de la comunidad.
21 agosto, 2011
El avión de Jimmy Ángel
20 agosto, 2011
Monstruos de Ciudad Guayana
Las historias de apariciones y fantasmas son comunes en tierras guayanesas. Existen relatos de seres fantásticos como “El peludo de Polanco”, animal misterioso que atemoriza a los bañistas del río Orinoco o “La carona de Caris”, sirena que convive con los pescadores de Ciudad Bolívar. Otros seres como “El caballo de tres patas” o las apariciones de duendes y chivos demoníacos son parte del imaginario colectivo de nuestra región.
Estos relatos, sin embargo, no son exclusivos de pueblos y pequeñas comunidades. En nuestra Ciudad Guayana, gran urbe de más de un millón de habitantes, también deambulan seres de otros mundos que alimentan la creencia popular. Es muy conocido, por ejemplo, el relato de los fantasmas del antiguo cementerio de San Félix, demolido en 1979 y sobre el cual fue construida la actual Plaza Miranda. Los vecinos de San Félix evitan pasar por ese lugar a la medianoche pues, según se rumora, es la hora durante la cual salen los antiguos moradores del cementerio. Otra historia es la de algunas mujeres de San Félix que cada cierto tiempo se reúnen en aquelarre y se transforman en aves, o la del empresario, dueño de una gran tienda comercial ubicada en Puerto Ordaz, quien vendió su alma al diablo y se convierte, de vez en vez, en un extraño animal con pezuñas.
Los relatos de apariciones y fantasmas son parte de nuestra cultura y siempre encierran una historia que nos identifica.
29 abril, 2011
01 marzo, 2011
Estampas de la vieja Guayana
Las costas del Orinoco eran entonces puerta de entrada cotidiana para embarcaciones venidas de diversas latitudes. Goletas, bergantines, balandras y lanchas llegaban de San Fernando, Nutrias, Camaguán, Cumaná, Pampatar, Upata, Arauca, Trinidad, Liverpool, Bremen, Tobago, Cuba, Nueva York, Martinica, Barbados, Hamburgo, y un largo etcétera que está inscrito en las listas oficiales de desembarco de la época.
En esas naves, a la par que nuevas mercancías, llegaban idiomas ajenos, diversidad de impresos, ideas divergentes. Ciudad Bolívar era entonces una urbe con una prominente oferta de bienes culturales como periódicos, libros, obras de arte, compañías de teatro, cines, orquestas, entre otras, que venían a satisfacer la demanda de los guayaneses de finales del siglo XIX.
Hoy, Ciudad Bolívar lucha contra el olvido y la desidia, soñando con los esplendores de su pasado.
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En 1899 un grupo de jóvenes intelectuales de Ciudad Bolívar se reunió para fundar el Centro Científico-Literario. A este centro, que servía de excusa para las amenas y sesudas tertulias, acudía Bartolomé Tavera Acosta, Luis Felipe Vargas Pizarro, Luis Alcalá Sucre, José Manuel Agosto Méndez, Luis A. Natera Ricci, Saturio Rodríguez Berenguel, entre otros universitarios guayaneses de la época. El Centro Científico-Literario de Ciudad Bolívar publicó y logró mantener por quince años la revista Horizontes, medio que servía de órgano de difusión de dicho centro. Esta revista, de periodicidad mensual, vio la luz el 30 de enero de 1899, y es comparable por su singularidad y prestigio, según señalan algunos investigadores, a El Cojo Ilustrado, una de las mejores revistas culturales de Hispanoamérica que existió a finales del siglo XIX y principios del XX.
El último número de la revista Horizontes, el 131, apareció el 31 de octubre de 1914. La guerra europea había hecho escasos el papel y otros insumos para la imprenta. Por ello la revista, luego de 15 años de existencia y de circulación nacional e internacional, finalizó su influencia en la vida cultural venezolana.
Hoy la revista Horizontes, a pesar de su importancia, yace olvidada en algunos de los estantes de
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El nombre de Monseñor Zabaleta es usado hoy día para designar varias instituciones y edificaciones de Ciudad Guayana: dos liceos, una avenida, un centro comercial y la terminal de pasajeros de San Félix ostentan el nombre de este insigne religioso español.
Llegado a San Félix a principios de la década de los 50, Francisco Javier Zabaleta Lizarraga venía de realizar una significativa obra social en Tumeremo y de luchar por la dignificación de los indígenas del Delta y de
Flaco hasta el extremo, de pelo blanco como la sotana que usaba de indumentaria, Monseñor Zabaleta se caracterizó por su absoluta sencillez y pobreza en su modo de vida y por su inagotable fuerza y sensibilidad ante los problemas humanos. Desde su posición de prelado, incentivó la creación de liceos, carreteras, puentes y siempre tuvo como norma ayudar a los más necesitados.
El 23 de enero de 1958, cuando cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Monseñor Zabaleta se arriesgó a subir a las 3:30 de la madrugada a su campanario a medio construir para hacer sonar las pesadas campanas de la iglesia y anunciar así a los guayaneses la llegada de la democracia.
En 1981 partió a su España natal, siempre con la esperanza de regresar y volver al San Félix de su vida. Pudo hacerlo una vez más en 1989 y murió un mes después, a la edad de ochenta años.
El nombre de Monseñor Zabaleta quedó eternizado en Guayana, donde lo recordarán por siempre como el sacerdote de la humildad.
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Antonio Lauro fue el primer compositor venezolano cuya obra resultó conocida, estudiada e interpretada en el mundo entero. Su nombre forma parte del repertorio universal de la guitarra. Sin embargo, muy pocos saben que este músico de renombre internacional nació en Ciudad Bolívar en el año de 1917, en una casa que aún existe y que hace esquina con la plaza Bolívar, entre las calles Amor Patrio y Constitución. En esa Ciudad Bolívar de su infancia aprendió el pequeño Lauro el amor por la música, quizás aprendiendo primero de su padre, barbero, músico y compositor, quien murió tempranamente, cuando Antonio Lauro contaba apenas con 5 años de edad. Ya de adulto, y reconocido como el gran compositor venezolano, recordaba siempre la influencia temprana de su padre en su formación musical, diciendo que la profesión que tomó fue siempre un homenaje a su padre.
Uno de los valses más conocidos de Antonio Lauro es el que lleva por título “Natalia”. Compuesto en 1940, fue grabado por vez primera en 1955 y en los créditos el autor aparece como un compositor argentino. Plagiada muchas veces y grabada sin la autorización previa de Lauro, esta obra recorrió el mundo ganando cada vez mayor aprecio y fama sin saber el público que un bolivarense había compuesto tan extraordinaria maravilla.
En
14 enero, 2011
Anormales
Facultad de Humanidades y Educación
Instituto de Investigaciones Literarias “Gonzalo Picón Febres”
Maestría en Literatura Iberoamericana
X Encuentro de Investigadores de Literatura
Venezolana y Latinoamericana
Mérida, del 29 de junio al 01 de julio 2011.
ANORMALES
Este X ENCUENTRO DE INVESTIGADORES DE LITERATURA VENEZOLANA Y LATINOAMERICANA tiene como objetivo reflexionar en torno a la noción de anormalidad. Un punto de partida puede ser el planteamiento de la relación entre el anormal y el poder, o el anormal y el deseo. El anormal se construye como efecto y resultado del distanciamiento de una norma, es decir, que es la distancia existente entre una conducta determinada y la normatividad política, jurídica, médica, familiar que subyace a toda episteme, la que establece si dicha conducta se inscribe en los parámetros de salud o enfermedad, de legalidad o ilegalidad, de normalidad o anormalidad y, por consiguiente, si debe o no ser sometida a procedimientos de corrección y control. De esta forma, cada época tiene sus propios monstruos y sus propios anormales, en cada momento histórico la anomalía responde a saberes e imperativos distintos que son los que establecen los límites a partir de los cuales un sujeto deviene peligroso y amenazante para la sociedad porque, con su conducta o estado, interrumpe el sentido soberano desestabilizándolo mediante su diferencia. Es en esta frontera que a la vez abre y cierra el paso a lo que de humano es permitido o no, donde el sujeto anormal tiene lugar y donde despliega su potencia perturbadora.
Por lo que se refiere concretamente a América Latina, los anormales suelen aparecer en la historia literaria y artística como “casos” difíciles de resolver; y su manifiesta marginalidad los convierte en potentes “enigmas” capaces de arrojar luces sobre los procesos sociales y culturales en los que se encuentran inmersos.
Estas Jornadas proponen una reflexión, sin ninguna pretensión de clasificación o de categorización, sobre diferentes formas de alteridad-anormalidad, desde las más estereotipadas por la sociedad y cultura como los son las putas, los locos, las brujas, los monstruos, los asesinos, los adictos, los criminales, por mencionar algunas, hasta las menos predecibles y precisas en las que lo anómalo encarna una potencia significante y políticamente desestabilizadora capaz de producir saberes, cuerpos, lógicas “otras”. Es decir, devenires menores que transgreden las fronteras de la norma abriendo el sentido hacia derroteros que desafían la inteligibilidad misma de la interpretación.
PONENCIAS:
Los interesados deberán enviar, por correo electrónico, antes del 1 de mayo, la ficha de inscripción personal y el resumen de su ponencia a la siguiente dirección electrónica: alconber@gmail.com El resumen constará de unas 10 líneas o 200 palabras y en él debe aparecer el nombre y la dirección electrónica del autor, el título del trabajo y tres palabras que lo identifiquen.
El texto integral de la ponencia deberá consignarse el día de su lectura, tanto en c.d. como en forma impresa. La exposición de los trabajos no podrá exceder los 20 minutos y su extensión en papel no deberá superar las 12 páginas (unos 20 mil caracteres).
Sólo se aceptarán las ponencias aceptadas por el Comité organizador mediante comunicación escrita.
FICHA DE INSCRIPCIÓN PERSONAL:
Dirección: ...........................................................................
Teléfono: ............................................................................
Dirección electrónica: .........................................................
Categoría en que participa:
□ Asistente
Datos laborales (cargo, institución):.....................
Dirección:..................................................................
Título de la ponencia:..............................................
MESA:......................................................................
Álvaro Contreras